jueves, 27 de febrero de 2014

Cansada de ser Loise Lane, yo también quiero ser Superman...

La cultura de los superhéroes alimentaba en nuestra fantasía un mundo ficticio que era expresión de nuestro tiempo, pero también, lógicamente, condicionaba nuestra manera de pensar. Por eso, hablar de los superhéroes que teníamos sirve para saber quiénes éramos y para averiguar qué hemos ganado y perdido para llegar a ser quienes somos. Más allá de las características que los diferenciaban para ocultar su doble personalidad.
Batman, no tenía superpoderes, era un tipo normal. Su verdadera identidad era Bruno Díaz, ese ricachón, cobarde y refinado. En la mayoría de los superhéroes, la característica principal de su personalidad conocida y abierta era cierto grado de estupidez, comocidad, el miedo o la inseguridad. Es decir, siempre se trata de rasgos opuestos al heroísmo, la valentía, el honor. Pero, ¿Cuál es la verdadera personalidad?,¿la tarada o la heroica? La heroica. Ahora, si los superhéroes actuaban su personalidad falsa, cotidiana e intrascendente, ¿por qué era la verdadera personalidad la que aparecía enmascarada? ¿Hay que esconder al héroe?

Nos hemos engañado creyéndo que la personalidad secreta es el superhéroes, cuando en realidad no es así. Nosotros hemos fabricado esta cultura, escondiendo en nosotros los mejores "nosotros". Hemos vivido y vivimos dejando a la vista de todos a los "otros":
A los pusilánimes,
A los temerosos,
A los asustadizos,
A los raros,
A los que no pueden participar,
A los que no pueden hacer,
A los que no pueden cambiar,
A los que coinciden con el sistema,
A los que se someten a las reglas,
A los que aceptan las cosas sin querer cambiarlas.

¿Por qué esconder al superhéroe? ¿Por qué esconder al que de verdad puede hacer las cosas? Porque aquellos, los de la lista, son los aceptados. Bruno Díaz, Diego de la Vega y Clark Kent nadie se mete con ellos; de hecho su juego consiste en pasar desapercibidos. Y la mejor manera es pasar por tontos.

Así armamos nuestra identidad: actuando como bobos y escondiendo a los superhéroes que somos. Escondemos todo aquello de lo cual somos capaces. Y vivimos mostrando nuestra personalidad devaluada... Aquella socialmente aceptada... Aquella que nos enseñaron a desarrollar... Aquella que aprendimos para no tener problemas.

También influyen las frases  de nuestros padres: "No te metas en líos..." O " si sigues así, no te va a querer nadie..." ¿Qué es seguir así? Ser uno. ¿Cómo voy hacer para ser otro? La respuesta es previsible: dejando salir al héroe. La heroicidad es el valor de ser quien uno es. La heroicidad de no fabricarse una personalidad secreta de pusilánime si uno no lo es. ¿Por qué no animarme a decir quién soy con mis virtudes? Aunque éstas no sean las socialmente mejor recibidas.

La virtud de un héroe es la que le permite enfrentar las cosas sin tener que hacer el esfuerzo de parecerse a lo que los demás dicen que se debe ser. El héroe de cada uno de nosotros contiene a la persona que cada uno es y que está orgullosa de ser así. El desafío no es ser otro. El desafío es ser uno mismo.

martes, 25 de febrero de 2014

Escríbeme...

Me encontré con la única carta que me diste; entre cada palabra, cada renglón sentía el amor que alguna vez fue de los dos. El amor nos hace mentir, es un arma letal, pues creemos que existe la eternidad... Ahora que lo pienso esa eternidad a tu lado fue hermosa: la eternidad no se mide en tiempo, se mide en sentimiento.

sábado, 22 de febrero de 2014

el arte de amarnos como hermanos


Cuando era pequeña y me cabreaba, mi madre me daba un vaso de leche caliente, me besaba y me decía: "No puedes pasarte la vida entera enfadada". Ahora, que veo en las noticias cada día la violencia de algunos países, las guerras, todos esos muertos, pienso ¿Por qué se odian?¿cómo puede existir gente que desee todo ese mal? No entiendo como el ser humano puede describirse como la especie superior si no hace mas que destruirse asimismo.

Guerra. Dolor. Sangre. Lágrimas. Muerte. Odio. Venganza. Corrupción. ¿Creen qué se puede avanzar con eso? ¿Qué necesidad hay de matarnos? MALDITA SEA! Somos solo personas. Dime si todo este odio te sirve para algo.

Como decia mi madre no podemos pasarnos la vida entera en guerra, ni enfadados siempre con aquellos que nos hicieron daño. Creo que el mundo sería un mundo mejor si  todos nos pidiéramos perdón y empezáramos de cero. No quiero que mis hijos crezcan en un mundo de odio, bueno pensándolo bien, ni siquiera estoy segura de que mis hijos algún día puedan tener la oportunidad de amarlo, porque seguramente ya lo habremos destruido con tanta guerra. JODER !!

¿Por qué pierden el tiempo enseñándo a los niños a odiar?  Cuando es mucho más sencillo enseñarles a amar la vida y enseñarles que somos diferentes, que somos solo personas y que debemos amarnos como hermanos porque a fin de cuentas, estamos juntos en esto. Dejemos de destruir nuestro mundo y empezemos pidiendo perdón...

viernes, 21 de febrero de 2014

Estefanía Mitre

No puedo decir con certeza que me rompió el corazón, sin embargo afirmo que lo alteró de algún modo. Llegó a mi vida como las casualidades, cambiándome de rumbo, sacándome de órbita. Destruyó cada uno de mis miedos y pintó miles de flores debajo de mi cama, antes de irse alivió toda mi alma. No me rompió el corazón, exploró a través de el... Me lo dejó como nuevo.

HE´S MINE

Charles Bukowski

La soledad no es algo que me molesta porque siempre tuve este terrible deseo de estar sola. Siento la soledad cuando estoy en una fiesta, o en un estadio lleno de gente vitoreando algo. Citaré a Ibsen: Los hombres más fuertes son los más solitarios.

jueves, 20 de febrero de 2014

Amor Amor Amor

"te amo" significa: Te acepto tal y como eres. No quiero cambiarte; me encantas así como eres, perl sí quiero que crezcas y seas mejor cada día. Quiero que alcances tus sueños. Quiero verte brillar y estar ahí contigo, en las buenas y en las malas. Te respeto, confío en ti y te admiro por la gran persona que eres. Conozco tu pasado, tus secretos, tus errores, pero jamás te juzgaría: sé que tú tampoco lo harías conmigo. No pienso rendirme cuando se nos presenten retos; estoy seguro de que lo nuestro vale la pena. No te necesito para vivir, sé que tú tampoco me necesitas, pero sin embargo, haces que mi vida sea mucho mejor cuando estamos juntos. Estaré ahí para ti, siempre; tal vez llegue tarde algún día, pero te aseguro... llegaré.